Este encuentro, declarado de interés turístico regional en Extremadura, se celebra -desde 1989- a finales de agosto alternativamente en cada uno de los pueblos que integran la Mancomunidad de Municipios Tajo-Salor. Es una fiesta de confraternización comarcal en torno a este pez de agua dulce que vive y se reproduce en las numerosas charcas y embalses de su territorio, y que ha formado (y todavía forma) parte importante de la dieta cotidiana extremeña. Además de una ya tradicional competición de pesca y el posterior concurso gastronómico, se celebran conferencias y exposiciones, una muestra de artesanía, talleres infantiles y juveniles, una gran degustación popular de tenca frita y la entrega de los premios Tenca de Oro.
Durante los dos días se venderán hasta 700 kilos de este pescado a un precio de 2 euros por ración en las casetas de degustación.
Al noroeste de la ciudad de Cáceres, situado entre la frontera portuguesa, las aguas embalsadas del río Tajo y la sierra de San Pedro, existe un territorio donde el rey de los platos no es ni el queso ni los productos del cerdo ibérico, sino la tenca. Es un modesto pez de agua dulce del que se cuenta que fue bocado de emperadores allá por el siglo XVI, cuando el mismísimo Carlos V lo reclamó en sus menús después de degustarlo en Arroyo de la Luz.
Este pez de agua dulce destaca por su sabrosa carne. Para apreciarla, es indispensable tomarlo muy fresco, mejor si está recién pescado. Aunque es habitual comer la tenca frita o en escabeche, la versatilidad de su carne permite cocinarla de muchas maneras, como a la cazuela. Para elaborar esta receta se hierven los huevos durante 12 minutos. Una vez fríos, se pelan, se retiran las yemas y se reservan. Se limpian las tencas bajo un chorro de agua fría pero sin eviscerar. Se secan bien y se salan. Después, se pican la cebollas y los dientes de ajo y se sofríen hasta que cojan color. A continuación, se majan en un mortero junto con las yemas de huevo, unas hebras de azafrán, una pizca de sal y unas almendras peladas. En una sartén, se fríen las tencas y se pasan a la cazuela de barro. Se añade un vaso de agua y el majado, y se pone al fuego 10 minutos. Se sirve acompañado de unas tiras de pimiento morrón y la clara de huevo picado. Receta de bajo aporte calórico, rica en proteínas de buena calidad y fuente de omega 3, ácidos grasos de interés nutricional para el sistema inmune, función cognitiva, visión y prevención de enfermedades cardiovasculares. Los micronutrientes (minerales y vitaminas) más importantes que aporta son fósforo, selenio, yodo, hierro, vitamina B12 y niacina. Al ser un plato con escaso contenido en hidratos de carbono, se recomienda acompañarlo de otros alimentos que los aporten.