Las fechas que se acercan son vitales para el sector, por un lado se enfrentan al periodo más productivo del año las fiestas navideñas con lo que eso comporta (cestas de navidad, comidas y cenas de empresa, cotillones, etc…), y por otro los nubarrones lejanos que se ciernen con la posible subida del impuesto especial del alcohol que ha entrado en el debate político.
Las empresas que operan en el sector se han visto muy afectadas por la situación económica que está atravesando este país. El consumo de este tipo de bebidas, muy populares entre la población, ha variado de un consumo lúdico y social, hacia un consumo más particular y privado. Esta tendencia se manifiesta claramente con el descenso de la facturación de la hostelería, donde el consumidor habitual de comidas y cenas ha reducido sus visitas cuantitativamente, sustituyendo estos momentos de esparcimiento por cenas o comidas con amigos en viviendas particulares.
El panorama anteriormente descrito deja a los productores de bebidas y hosteleros en la tesitura de buscar productos y servicios de una calidad más que aceptable y un precio asequible, o bien diferenciar sus productos o servicios encaminándolos hacia una concepción más tradicional de la cocina, productos y elaboración.
Aquellos elementos que son ajenos al ámbito de decisión de los productores de bebidas, y que atienden a medidas de carácter político pueden ser en sí mismas contraproducentes, ya que obligan a los afectados a subir el precio de los productos, en un sector productivo, muy apegado al Turismo, referencia y motor de este país.
Este número recoge un especial de vinos, cavas y bebidas espirituosas, que intenta sintetizar la situación actual en la que se encuentra el sector, analizando la repercusión de las principales medidas legislativas adoptadas y las nuevas líneas de negocio de las mejores bodegas de vinos, cavas, productores y distribuidores de bebidas espirituosas. Esperamos que sea de su interés.
A SU SALUD.