Miguel Ángel de Gregorio, de la cosecha del 64. Ingeniero Agrónomo, Enólogo y MBA. Su infancia transcurre entre viñas y barricas en una Bodega Centenaria. Ha vinificado en casi todas las regiones españolas.
Miguel Ángel asume la dirección de Bodegas Bretón en 1999 con apenas 25 años. En aquel momento, Bretón era una bodega casi debutante y el enólogo también. Desde la primera cosecha. De Gregorio apuesta por un cambio radical en el modelo de los vinos de la bodega, hasta aquel momento anclados en moldes «clásicos», dando lugar al nacimiento de lo que se conoció como «Vinos de Alta Expresión» y de algunos de los primeros vinos de pago de la Denominación de Origen Rioja. La interpretación de un modelo enológico radicalmente basado en el viñedo y el permanente enfrentamiento dialéctico con las posiciones más inmovilistas e industriales de la Denominación de Origen Rioja, que le hacen ser conocido como el «Enfant Terrible» de Rioja.
En 1997, De Gregorio abandona Bodegas Bretón para iniciar su proyecto personal «Finca Allende», en Briones, anclado profundamente al terroir de este singular rincón de la Rioja Alta, desde el que lidera el proceso de renovación de los vinos de Rioja y consigue situar sus vinos entre los más prestigiosos del mundo, consolidándose como uno de los elaboradores españoles con mayor prestigio internaciona.
En 2007 ve la luz también en Briones su otro proyecto riojano, «Finca Nueva», con una propuesta simpática, divertida y asequible a todos los públicos.
En 2014, diechiocho años después de su salida De Gregorio compra Bodegas Bretón, la firma en la que comenzó a trabajar con tan sólo 25 años, con el fin de trasladar a estas instalaciones la producción de Finca Nueva. Allende, por su parte, continúa elaborándose en las ya tradicionales instalaciones de Briones.