La patronal del sector presentará sus primeras demandas por las obras antihumo. Un 30% de los empresarios reformó sus establecimientos.
“En un plazo de una semana o 10 días interpondremos las primeras demandas”. La Federación Española de Hostelería (FEHR) confirmó ayer a LA GACETA que en los próximos días demandarán al Estado por las obras antihumo. El secretario general de la FEHR, Emilio Gallego, adelantó que la patronal de los hosteleros presentará “entre 10 y 13 demandas tipo”, en las que estarán incluidos todos los modelos de establecimientos (bares, restaurantes, cafeterías, pubs, locales de ocio nocturno…) dirigidos por pymes. Las grandes empresas, a pesar de que “tienen puesto el ojo en lo que hacemos y están muy interesadas”, aseguró Gallego, interpondrán las demandas por su cuenta y no a través de la FEHR.
El secretario general de la patronal sostuvo que el sector, muy tocado por la crisis económica y la Ley Antitabaco, tiene “una gran expectación” en ver si estas denuncias prosperan y prevé que hasta enero de 2012 –plazo que tienen los empresarios para presentar las demandas–, serán muchos los hosteleros que planten cara al Estado en los tribunales. Según la FEHR, un 30% de los empresarios que tenían locales de más de 100 m2 adecuaron sus establecimientos a la primera reforma de la Ley Antitabaco –que entró en vigor el 1 de enero de 2006–. Los hosteleros afectados denuncian que no han podido amortizar el coste de las reformas tras el último cambio de la ley sin humo, que, a partir del 2 de enero de este año, obligó a todos los establecimientos a prohibir el tabaco. “Hay un perjuicio patrimonial por la actividad de la Administración y tenemos base jurídica para solicitar indemnizaciones”, aseguró Gallego.
La FEHR se basa en un estudio jurídico que concluye que los empresarios que acometieron esas obras hace ahora cinco años podrían ser recompensados por el Estado. Según el despacho que elaboró el dictamen, aunque la última reforma de la Ley Antitabaco no contemple las indemnizaciones, el ordenamiento jurídico deja claro que los hosteleros “sufrieron un sacrificio patrimonial singular de derechos o intereses económicos”, y, por tanto, deben ser remunerados.
Obras “costosas”
La FEHR no dispone de datos a cerca de lo que le costó al sector adecuarse a la antigua normativa, pero aseguran que las reformas para separar la zona de fumadores de la de no fumadores fueron “costosas”. Hay casos como el del insumiso Rodrigo Arroyo, que regenta un bar-restaurante en Valencia, en el que se gastó 35.000 euros que, según denunció, “tiró a la basura” cuando entró en vigor la nueva ley. En el otro lado de la balanza se encuentran grandes empresas, como el Grupo Vips, que realizó una inversión de 1,3 millones de euros para adecuar sus restaurantes a la última reforma de la Ley Antitabaco. En este momento, la cadena de restauración “está valorando”, según confirmaron ayer fuentes cercanas a la empresa, si unirse a los hosteleros que demandarán al Estado.