El año anterior a la aplicación de la ley antitabaco, que prohíbe fumar en los establecimientos hosteleros, se recaudaron 415.000 euros, mientras que a 31 de agosto, este ejercicio se habían puesto al cobro 2.072.628 euros.
Esto supone que se han quintuplicado los ingresos por una tasa que no supone ningún gasto adicional para el consistorio. Los empresarios están obligados a limpiar el espacio autorizado, lo que encima ahorra trabajo a las contratas municipales.
En efecto, en lo que se refiere a las terrazas, fue decisiva la entrada en vigor de la modificación de la ley antitabaco, en enero de 2010. Antes, los clientes de los bares podían fumar en espacios acotados dentro de los locales, por lo que las terrazas no eran tan necesarias para el negocio. Pero a partir de la fecha citada, el consistorio recibió un aluvión de peticiones de bares, tanto para la temporada de verano como el resto del año incorporando estufas de gas.
Así, se pasó de los 415.000 euros citados en 2009 a finalizar un año después con 800.000 euros en ingresos. La progresión siguió con 1.130.500 euros y 1.890.000 euros el pasado ejercicio cerrado, según los datos del presupuesto.