Tras la polémica protagonizada el mes de julio pasado por los restauradores de Barcelona, a propósito de la ordenanza de terrazas aprobada por el ex alcalde, Xavier Trias, la actual alcaldesa Ada Colau abordará una modificación de la polémica ordenanza.
Los restauradores de la ciudad, que en muchos casos fueron obligados a retirar mesas y sillas de las calles y presentaron miles de alegaciones.
El consistorio, de hecho, ha encargado a la Comisión Técnica de Terrazas que elabore una propuesta para modificarla de forma que “haga compatible el encaje entre la actividad económica vinculada al espacio público y los usos ciudadanos”, añadió Sanz.
El equipo de gobierno de Ada Colau considera que la ordenanza pactada en el anterior mandato por CiU y PP “no cuenta con una aplicación adecuada ni la participación ciudadana necesaria”, insistió Sanz.
El ejecutivo de Colau prevé que la modificación mejore el espacio público para la convivencia de la ciudadanía y que también satisfaga a los restauradores.
Como los trámites para modificarla son lentos, el ayuntamiento ya ha anunciado que tomará medidas para mejorar la norma vigente: resolver las licencias de 2015 en trámite, aplazar un año las condiciones de accesibilidad y ajustar las tasas que se aplican a las terrazas para equipararlas con otras ocupaciones de espacio público.
Barcelona cuenta con 3.954 licencias de terraza. La mayoría aún están pendientes de adaptarse al texto de Trias. Solo el año pasado se hicieron 783 inspecciones a terrazas, que derivaron en 123 órdenes de retirada de elementos del espacio público y 106 sanciones.