Las condiciones de microgravedad (gravedad cercana a cero) influyen en el comportamiento de los terpenos, unidades estructurales que conforman el sabor de numerosas comidas, vinos y también del whisky.
Un grupo de expertos en whisky y científicos independientes acaba de hacer públicos los resultados de la misión espacial pionera de Ardbeg, -perteneciente al grupo LVMH-, que hace cuatro años se convirtió en la primera destilería de la historia en poner destilado en órbita. Esta investigación revela importantes conclusiones para el single malt y puede que también para todo el sector del whisky y los destilados.
El experimento arrancó en octubre de 2011, cuando la empresa estadounidense de investigación espacial NanoRacks LLC envió al Laboratorio Nacional de EE.UU, situado en la Estación Espacial Internacional, un cargamento de ampollas que contenían destilado de whisky Ardbeg recién salido del alambique y fragmentos de roble tomado de las barricas de la misma destilería.
Estas muestras emprendieron el vuelo hacia su viaje al espacio a bordo de una aeronave rusa no tripulada que despegó desde Kazajistán. Han estado casi tres años orbitando a unos 320 kilómetros de la superficie terrestre a una velocidad de 77,724 kilómetros por hora 15 veces por día.
Tras su regreso a la tierra en septiembre de 2014, un equipo compuesto por el Dr. Bill Lumsden, y Director de Destilación y Creación de Whisky en Ardbeg, y expertos en whisky y científicos independientes procedió a analizar el contenido de la muestra espacial madurada en gravedad comparándola con muestras de control que habían permanecido en la Destilería de Ardbeg, situada en la isla escocesa de Islay.
El análisis incluía una evaluación organoléptica –de olor y sabor-, cromatografía de gases, espectrometría de masas y cromatografía de líquidos a alta presión.
En tres de las cuatro fases del estudio se identificaron diferencias considerables entre los dos juegos de muestras. Bill Lumsden, bioquímico de promoción, señala que “queda claro que la microgravedad tuvo un efecto novedoso en la maduración del destilado”. Según Lumsen, “las muestras espaciales eran sensiblemente diferentes. Al oler y probar las muestras del espacio, noté que ahí destacaba mucho más el carácter ahumado y fenólico que caracteriza Ardbeg pero además, sentí una combinación diferente de aromas ahumados con la que no me había encontrado hasta la fecha en la tierra”. Lumsden concluye: “Este experimento muestra que existe una complejidad de sabor hasta ahora desconocida que podría salir a la luz desvelando así una visión muy diferente del carácter de Ardbeg”
Para celebrar la publicación de los resultados de este experimento pionero, la Destilería ha lanzado Ardbeg Supernova, un nuevo embotellado de Ardbeg Supernova 2015, que ofrece al olfato aroma a pimienta con toques de hierbas aromáticas, acompañado finalmente con notas de frutos ahumados, algas marinas e hinojo. Ardbeg Supernova, que embotella el Ardbeg con mayor presencia de turba, está solo disponible para los seguidores de la marca que forman el Comité Ardbeg.