Tradicionalmente, la hamburguesa se asocia a la comida rápida o, más recientemente, a la suculencia gourmet cuando la elaborada algún chef acreditado en restaurantes de prestigio. En ambos casos se suele eludir la órbita de la dietética o de la nutrición saludable.
A la sociedad occidental le preocupan cada vez más los problemas de sobrepeso en su población y la alimentación desequilibrada, de tal modo que existe un claro interés, por parte del consumidor, de reducir la ingesta calórica, además de mejorar la calidad de las proteínas y grasas que consumen.
La industria alimentaria asume su responsabilidad a propósito de tales inquietudes dietéticas y activa tareas de investigación encaminadas al desarrollo de alimentos cada vez más sanos, al tiempo que apetecibles y sabrosos.
Como empresa cárnica de gran implantación en los diversos canales de consumo -que va de las grandes superficies a la hostelería-, Central de Carnes (Grupo Norteños) está comprometida con las tendencias de la alimentación saludable desde la propia cría de los animales en sus ganaderías, introduciendo cambios positivos en la práctica totalidad de las fases del proceso productivo y garantizando su trazabilidad.
Con este protocolo, Central de Carnes presenta, en primicia en el transcurso del ‘Festival de la Carne… en todos los sentidos’, la hamburguesa más sana del mercado, un producto que además de reunir obvios valores nutricionales, no sacrifica un ápice sus estímulos de sabor y satisfacción gourmet.
Se trata de una hamburguesa de ternera blanca, elaborada con aceite de Oliva Virgen Extra y Omega 3, la única que incorpora el requisito Vidalim (el ingrediente bioactivo que agrega a los productos cárnicos, ácidos grasos poliinsaturados omega 3 y omega 6 de cadena larga, junto a antioxidantes naturales de alta actividad en un equilibrio ideal), lo que favorece la prevención, a mediano y largo plazo, del riesgo cardiovascular y otras patologías de origen inflamatorio.
Para lograrlo, el ganadero y promotor de Central de Carnes, Constantino González emplea cortes nobles de un fenotipo de ternera blanca joven, con un porcentaje graso que nunca alcanza el 15% de su masa corporal. Durante su ciclo de alimentación se ha convenido que sólo tome leche materna durante las seis o siete semanas iniciales, regulándose a continuación, una nutrición a base de leche que, en su fase final, incorpora pienso vegetal.
El resultado es una carne baja en grasas de origen animal, con un equilibrio oleico que contribuye al correcto funcionamiento del corazón, de la vista y del cerebro -según los patrones recomendados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)-, plena de sabor y matices organolépticos asociados a la dieta mediterránea, con todos los beneficios de la carne blanca.
La elaboración en modalidad de hamburguesa se lleva a cabo en las instalaciones culinarias de Central de Carnes en Mercamadrid y comprenden procedimientos gastronómicos impecables, largamente formulados en sus numerosos productos propios, y aliños básicos saludables.