La cerveza está de moda. En realidad nunca ha dejado de estarlo, pero esta bebida tan típica vuelve rejuvenecida y con fuerzas renovadas gracias a las ‘cervezas de autor’, que están volviéndose imprescindibles en las noches españolas. Las cervezas artesanales o ‘craft beers’ se han convertido en los últimos meses en dignas competidoras de las copas premium, satisfaciendo a los paladares más exigentes con los matices en su sabor. Este tipo de cerveza se caracteriza por producirse en cantidades más pequeñas, alejándose de la fabricación industrial y optando por la casera, conocida como ‘homebrew’. Así, se consiguen productos más selectos y de gran calidad a los que no se les añaden conservantes ni aditivos, es decir, un producto totalmente natural. En España, la variedad de este tipo de cervezas es infinita y podemos encontrar para todos los gustos: tostadas, negras, rubias, ale, lager… Una de estas cervezas artesanas es la Goose, autodenominada como «la pale ale de Segovia», ya que su fábrica se encuentra en La Granja de San Ildefonso.
Con tan solo dos años de existencia – nació en 2013-, esta cerveza se une a los esfuerzos por hacer resurgir la producción de las ale en España, caracterizadas por su fermentación alta. En su composición, esta cerveza «nacida el 4 de julio» -tal y como rezan sus etiquetas- contiene malta 100% de cebada en las dos variantes que existen en el mercado, la Goose y la Goose Blates, además de 3 lúpulos que marcan su sabor, amargor y aroma. Las principales diferencias entre estas dos variantes son que la Goose es una Pale Ale, de poca graduación (4,5º), mientras que la Goose Blates, una Ale Invernal, tiene una mayor graduación alcohólica (5,8º) y un mayor amargor. La cerveza Goose puede disfrutarse en varios puntos de la Comunidad de Madrid y de Castilla y León. En su página puedes consultar todos los puntos de venta.