Carles Tejedor, el chef de Via Veneto, uno de los restaurantes con más solera de Europa y referencia de alta cocina barcelonesa, propiedad de la familia Monje, ha decidido abandonar el restaurante en el que ha pasado sus últimos siete años.
Tejedor ha hecho pública una carta de despedida para explicar que anoche dio su última cena y que inicia una etapa por libre al frente de su empresa Oilmotion. Ha abierto un taller en Pekín -a donde viajará mañana- para investigar las propiedades del aceite de oliva e instruir a los chefs locales en su uso.
El segundo proyecto es el restaurante BY, un juego con el tapeo que ha diseñado para el baloncestista lituano Sarunas Jasikevicius y que hará canasta en septiembre. El tercer objetivo de «la tanda otoñal» será en octubre: dar a conocer Oilmotion en la Universidad de Harvard.
Los dueños de Via Veneto, con ua estrella Michelin, que pese a la economía titanic registran llenos, están al corriente de la baja desde hace semanas por lo que han previsto una sucesión tranquila, que resolverán a la vueltas de las vacaciones.