Durante marzo, abril y mayo, época de pesca del bocarte, en el puesto de conservas Bayontín se podrán degustar los mejores boquerones del Cantábrico traídos a diario del puerto de Santoña.
Además, tras un proceso de curación de un año, ya están disponibles las primeras anchoas de Don Bocarte de la captura de 2014, que se podrán disfrutar al natural o acompañadas con pan de cristal tostado sobre pan tumaca casero, crema de aguacate o mermelada de tomate natural.
Ubicado junto a la barra de bebidas en la planta principal del Mercado San Ildefonso, el puesto de conservas Bayontín es uno de los más visitados por sus anchoas de Don Bocarte. Uno de los tesoros más preciados del mar Cantábrico, reconocidas a nivel internacional y utilizadas por grandes chefs como Joël Robuchon, cocinero con más de 28 estrellas Michelin. Ahora, Mario Piñuel y Roberto Atanes, propietarios de Bayontín, traen al mercado en exclusiva y por tiempo limitado, el bocarte recién capturado en el puerto de Santoña.
Durante los meses de marzo, abril y mayo, temporada en la que se pescan las piezas de bocarte de mayor calidad, esta excelsa materia prima llega desde Santoña en su mejor estado al primer street food market de Madrid. Bocartes de sabor excepcional, resultado del rico placton, de la temperatura y de la bravura del mar donde crecen, que habitualmente se reservan para elaborar las anchoas, pero que en el Mercado se podrán degustar recién salidas del mar. Conocidos con el nombre de boquerón estarán disponibles en diferentes recetas, entre las que no faltan los tradicionales boquerones en vinagre o una versión más cosmopolita, marinados con vinagre de sidra y con un toque de mermelada casera de tomate natura.
Durante estos tres meses además se podrán degustar las primeras anchoas de la captura 2014 de Don Docarte. Anchoas de textura excepcionalmente suave y con un marcado sabor marino, resultado de un minucioso ritual de trabajo que a día de hoy sigue siendo absolutamente artesanal. Tras una exhaustiva selección, sólo las mejores anchoas se someten a un proceso de curación en sal que dura entre 6 y 9 meses. Después son manipuladas, lavadas con agua, desespinadas y fileteadas a mano pieza por pieza. Posteriormente son enlatadas sumergiéndolas en aceite de oliva virgen extra como único conservante natural para evitar su oxidación. El resultado es una anchoa perfectamente equilibrada entre el salazón y el aceite de oliva virgen extra.
Ricas en vitaminas y sales minerales, las anchoas del Cantábrico son el complemento ideal para llevar una alimentación sana y equilibrada. Muy versátiles en cocina, las de Don Bocarte pueden degustarse en el Mercado San Ildefonso tanto al natural, para apreciar su sabor y textura en su máxima expresión, como acompañadas con pan de cristal tostado sobre base de pan tumaca casero, crema de aguacate o mermelada de tomate natural. Todos ellos son bocados perfectos para tomar junto a la cerveza, el vino o el vermut del aperitivo o picotear en la tarde noche.