Carlos Sánchez, concejal de hacienda del Ayuntamiento de Madrid anunció que plantea implantar en la capital una tasa turística como la de Barcelona. Unas declaraciones realizadas en la primera comisión municipal del nuevo mandato en la que también ha avanzado su intención de reestructurar la deuda municipal.
La tasa turística es una cantidad que los viajeros deben de abonar al municipio al alojarse en el hotel. Se implantó en Barcelona en noviembre de 2012 y en 2014 consiguió una recaudación de 41 millones de euros. La recaudación varía en función del establecimiento: 2,5 euros para hoteles de cuatro estrellas, 1,25 euros para cuatro estrellas y 0,75 euros para todos los demás.
La decisión ha soprendido al sector hotelero que ha solicitado una reunión de urgencia con la alcadesa de Madrid, Manuela Carmena. El presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), Antonio Gil, ha pedido que en el encuentro participen también los máximos responsables de Economía y Hacienda y de Cultura, concejalía en la que se han incluido las competencias del Turismo.
No sólo generó polémica entre el Partido Popular, fuerza política opositora, sino también entre los empresarios hoteleros y las agencias de turismo.
El impuesto ya es moneda corriente en otras ciudades, como por ejemplo Barcelona, donde ya se aplica, al igual que Roma, Venecia, Lisboa, Florencia, Catania y Bruselas.