Las cifras de ventas del sector alimentario lo sitúan como motor de la economía española, tanto en comercio exterior como interior. Las características intrínsecas hacen de él, un sector seguro donde invertir. Esto lo saben muy bien los inversores extranjeros, quienes han colocado alrededor de 225 millones de euros en dichas empresas españolas, según datos del Informe Market Monitor presentado hoy por Crédito y Caución en España. El estudio recoge las perspectivas y estimaciones de futuro de los principales sectores económicos. El estudio completo se puede leer en la página web de Crédito y Caución www.creditoycaucion.es
Entre los datos que aporta el estudio, cabe destacar cifras como las 30.000 compañías y casi medio millón de empleados que mueve un sector menos vulnerable a los temidos efectos de los problemas económicos y del que depende, en gran medida, la recuperación económica de España.
En la década que acaba de terminar, el total de la producción ha alcanzado los 85.100 millones de euros, y las exportaciones los 16.400 millones, a pesar de que 2009 supuso una caída, de la que se viene recuperando el sector. Con todo, se puede afirmar que es uno de los pocos sectores que ha aportado datos positivos al balance económico, pues 2010 acabó con un aumento de la balanza comercial, alcanzando un superávit de 764,6 millones de euros.
Pese a que los datos no son del todo negativos, es innegable que la evolución del sector se ve afectada por la necesidad de los hogares españoles de reducir su presupuesto un 2,3%, si bien esta disminución ha afectado a bienes de consumo no considerados de vital necesidad.
2010 se resume con un aumento de las exportaciones de un 9,1% respecto al año anterior. Las importaciones han seguido la misma tendencia aunque el porcentaje no es tan elevado: 8,0%. No se puede obviar el que ha sido el contexto económico y de desempleo español, siendo el sector alimentario donde menos ha aumentado la tasa de parados. Incluso en el último trimestre de 2010 se ha creado empleo.
En estas condiciones, el presente año se revela como propicio para las fusiones o adquisiciones de compañías. La situación del mercado actual, que no ha logrado alcanzar una situación de fortaleza total, y las oportunidades de negocio son la clave.
La crisis ha conducido en muchos subsectores de la alimentación, como frutícola, verduras o cárnico, a ser más proactivos en los mercados internacionales, lo que ha repercutido muy favorablemente en la balanza comercial. La otra cara de la moneda la representa el sector de las bebidas espirituosas, que ha visto como caía su impacto en la economía. Según las previsiones de Crédito y Caución, en 2011 esta tendencia no va a cambiar, si bien es cierto que el sector moderará su caída. En una línea parecida, aunque sin un impacto tan fuerte por las dificultades económicas, se encuentra el sector de los lácteos. Otros que han perdido fuerza han sido los comercios de droguería y perfumería, por la disminución del poder adquisitivo de los hogares españoles.