La cultura que da origen a nuestra civilización, la griega, concluía que la belleza era la felicidad.
No sabemos si hoy en día la mayoría de nuestra sociedad suscribiría esta afirmación, pero lo que sí sabemos es que cada vez es más frecuente en el sector terciario que los responsables de incrementar las ventas, utilicen, para conseguir ese objetivo, a la belleza. La utilizan en distintos ámbitos y soportes, incluyendo el humano y buscan una belleza objetiva y lo más universal posible. Entienden por belleza objetiva, lo que más gusta a un mayor número de seres humanos. Si se utiliza la belleza como reclamo para la venta no es por razones puramente estéticas, sino que el objetivo final que se persigue es el incremento de la facturación.
El sector de la restauración necesita incrementar su facturación y, por ello, en este número de Bar & Restaurante explicamos cómo podemos incorporar la belleza en nuestro establecimiento con el objetivo de facturar más. Es hasta sencillo.