1.El Cóctel
“No es difícil tener éxito. Lo difícil es merecerlo.”
El cóctel es quizá el tipo de reunión más utilizada en la actualidad cuando se debe celebrar un encuentro o una recepción. Esto es debido a que se celebra siempre de pie, da lugar a poder pasear libremente, saludando y hablando con todos los amigos o conocidos por lo que la libertad de movimiento es total. En una comida en casa o en un restaurante, sucede todo lo contrario, tenemos la obligación de permanecer sentados en la mesa; en cambio, en un cóctel es totalmente normal estar paseando de un lado a otro. Ésta es la manera perfecta de integrar a todos y de reencontrarse.
Evidentemente dependerá del tipo de acto que se celebre, pero si es formal se deberá vestir correctamente. Por regla general, los hombres vestirán de traje y las mujeres de corto, pero destacando bastante en elegancia. Dependerá mucho de donde se celebre, pero las mujeres podrán lucir los mejores y más osados modelos. Los tejidos estampados serán más correctos por la mañana y los lisos por las tardes. Aunque es difícil llevarlos, los sombreros y guantes pueden ser una opción si le queremos dar un aire importante, es decir, de muchísima elegancia. Todo acompañado por unos zapatos de medio tacón y con un maquillaje ligero con tonos suaves; de este modo seguro que lograremos lo que siempre se pretende: ser la más admirada.
Es importante saber si después habrá comida o cena, ya que de esta manera podemos pensar en una vestimenta que vaya bien para los dos actos. Las señoras, más que los señores, deberán controlar bien este detalle, ya que, por ejemplo, no sería bien recibido el llevar sombrero en la mesa. No olvidemos que hay veces donde el peinado está tan integrado al sombrero que no es bueno quitarlo, si lo quitamos se deshace el peinado.
Las señoras deben llevar pocas joyas, pero que sean de calidad. Pensemos siempre que permitiéndose alguna fantasía se logrará atraer la vista de todos y sobre todo de “todas”.
Consejos Clave Protocolo Cóctel
• No comer dependiendo con quien estamos.
• Procurar no fumar cuando estamos hablando.
• No desentonar es la llave para el éxito.
• Las manos no hay que tenerlas puestas en los bolsillos.
• Ojo al tono de voz, no debe ser muy alto.
• Aprovechar estos eventos para saludar a todos los amigos.
2.Concepto de “elegancia”
En la vida el único límite es la imaginación.”
¿Qué significa vestir? El diccionario dice: “cubrir con un vestido”, pero también dice, y es la que a nosotros más nos puede interesar: “estar vestido de un determinado modo”. Personalmente, pienso que la palabra “cubrirse” es ponerse lo primero que a uno le llega a las manos, mientras que “vestirse” es emplear diez minutos cada mañana en pensar y elegir qué nos vamos a poner o lo que es más adecuado para ese día. Y precisamente ahí es donde radica la diferencia importante entre “vestirse” y “cubrirse”. Basándonos en esto, el vestir bien se trata sólo de saber elegir lo que mejor nos sienta y saber transmitir con ello nuestro estilo, elegancia y personalidad; a pesar de que, a veces, la elegancia y el estilo acostumbran a ser innatos, también se puede aprender y sobre todo mejorar. Un sastre nos puede ayudar bastante con sus trajes a ponernos elegantes, pero debemos de ser nosotros los que sepamos llevarlos. Vestir correctamente es un aprendizaje personal que debemos ir perfeccionando con el tiempo.
Dicen que “El hábito no hace el monje”, o que un auténtico señor lo es exactamente igual sin su atuendo del vestir, pero también es bien cierto que la elección del traje o los accesorios no es nunca casual y que casi siempre es determinante de cómo, dónde y con quién se relaciona dicha persona en un momento determinado. Vestir bien significa tener unas opiniones muy precisas, unos gustos y una sensibilidad refinados, pero también el querer procurarse un pequeño placer personal que es el de ser y sentirse elegante. Hoy, además, el saber coordinar y combinar con acierto no es cuestión de dinero sino de gusto, pero mantengamos el gusto sin perder nuestro propio estilo personal.
Una parte importante de nuestra autoestima viene dada por la imagen física personal que tengamos trazada en nuestro interior y, por ello, es seguro que si nos encontramos bien vestidos, nuestro autodominio, optimismo, serenidad y satisfacción se verán recompensados. Tampoco olvidemos que los modelos, colores y estilo condicionan de alguna manera y en muchísimas ocasiones nuestro estado de ánimo y todo nuestro comportamiento. Es casi seguro que nos vestimos con más interés y seguramente con más colorido los días que interiormente nos encontramos “mejor”, los días en que nuestro carácter se encuentra más álgido, en resumen, los días que estamos más contentos y lo que queremos es transmitir más alegría y optimismo.
Y, ¿qué es “el estilo”? Yo creo que hay diferentes puntos que ayudan a verlo, a tenerlo y a forjarlo. Independientemente de nuestro gusto al vestirnos, hay también otros puntos que nos dan el propio estilo. La cortesía, la demostración de nuestra consideración hacia los demás, el buen comportamiento, todo eso es estilo. Desde los movimientos del cuerpo, al tono de la voz, la forma de expresarnos, hasta la postura que se adopte, el saber escuchar, la sonrisa también es una señal inequívoca de cortesía, que de paso sea dicho derrumba hasta los mayores obstáculos. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste. Sonría al pedir, al dar, al agradecer, en fin, sonría siempre. Además hay dos palabras que hacen milagros y que a pesar de saberlo no las utilizamos con demasiada frecuencia. Una de ellas es “por favor” y la otra “gracias”. Deberíamos saber y conocer la gran importancia que tienen y, sobre todo, saber utilizarlas en todos los momentos necesarios. Pues bien, para mí todo esto es estilo. Pero vamos a centrarnos más en el vestir y en la forma en que queremos transmitir nuestra imagen.
Creo que sobre todo en el trabajo debemos de proyectar una imagen elegante, pero también conservadora. Rechace diseños que llamen mucho la atención, que sean extravagantes, sobre todo las mujeres, por ejemplo, los escotes, largos de faldas, etc. Estos modelos seguramente estarán bien para otras ocasiones, pero recordemos que para trabajar es muy aconsejable mantener una imagen seria y profesional.
Posiblemente la hora y la ocasión imponen siempre un estilo en concreto, ya que no es lo mismo ir a un sitio o a otro. Si recibe una invitación no vacile en preguntar si es formal o no. Para una boda, cóctel o recepción oficial, la formalidad es un elemento clave; mientras que para cenar en un restaurante, asistir a una obra de teatro, cine o conferencias, el estilo puede y debe ser diferente, más o menos informal. Pensemos que existen unas normas básicas que deben cumplirse para tener éxito.
Es importante también elegir y adoptar su ropero de acuerdo a la moda, pero también a sus necesidades y gusto personal. Podemos tomar ideas de revistas de moda, aunque no debemos tratar de imitar a nadie, sí que podemos coger ideas, no obstante, pensemos que lo que a una persona le puede quedar bien a otra no. No todos estamos dotados de una elegancia y estilo propio e innato, ni seguramente de un cuerpo con unas medidas perfectas. Hay personas a las que todo les sienta perfectamente, pero hay otras a las que no, por lo que, en tal caso, debemos conocer bien nuestro cuerpo para intentar vestirlo de la manera más correcta y apropiada, así podremos sacarle el máximo partido posible.
Además, la moda es, entre otras cosas, ir a gusto con uno mismo, sin pensar nunca en que opinan los demás, pero es bueno que alguien nos oriente sobre qué nos queda mejor. Lo que sí hay que tener claro es que el vestir siempre está condicionado por la ocasión que lo requiera. Igual de elegantes podemos ir con unos vaqueros Levi’s acompañados con una chaqueta sport de Armani o un jersey, que con blazer de Canali llevado con unos pantalones de algodón de Zara o con un magnífico traje, smoking o frac de Ermenegildo Zegna. Todo dependerá del momento, de la persona y de la ocasión.
También a veces es bueno consultar con los demás, saber cómo nos ven los otros y dejar que nos aconsejen. Dicen que es muy difícil que nosotros nos sepamos ver y conocer debido a que existen tres niveles muy diferenciados entre sí. Uno es lo que creemos ser, otro lo que somos en realidad y un tercero lo que creen los demás que somos. Por eso, es bueno que nos ayuden. Seguro que una persona que nos quiera nos sabrá aconsejar lo que, sobre todo, no debemos de ponernos. Después, pensemos que llegar a conocernos lo suficiente es a veces una labor de años, pero es importante que sepamos llegar al conocimiento del “Yo” para que esto nos ayude en los actos de nuestra vida, y no hablo sólo del vestir.
Pero, volviendo al vestir, es básico saber vestirse de acuerdo con cada circunstancia, ya que vestirse no deja de ser para el ser humano una manera de expresarse. Hay actualmente una verdadera revolución en el vestir y se puede ver de todo, pero pienso que todo puede ser correcto si se tiene estilo. Ya sé que algunas veces para llevar ciertos dibujos, colores o diseños se necesita cierta audacia, vencer incluso algo la timidez, pero es bueno atreverse a llevarlos, sobre todo si tenemos un fondo de armario que nos lo permita, donde las prendas más clásicas ya estén representadas. Una fuerte raya diplomática es el más claro ejemplo de lo que estoy diciendo, pero ¿verdad que a veces es tan sólo una cuestión de atrevernos? Hagámoslo.
Consejos Clave Protocolo #Elegancia
• La educación y la cortesía son el mayor signo de elegancia.
• Aprovechemos la moda para ayudarnos, no para obligarnos.
• Escuchar más que hablar es un signo de elegancia.
• Vestir adecuadamente y de acuerdo a nuestra edad.
• La discreción es una de las claves de la elegancia.
• Vernos mal exteriormente, hace que nos sintamos mal.
• La elegancia se opone a la extravagancia.
• Debemos preguntar cómo nos ven a los conocidos.
• Diferenciar “vestirse” de “cubrirse”.
• Saber qué nos sienta mejor.
• Estar lleno de entusiasmo.
• Rectificar es de sabios.
3.MODA Y VESTIMENTA #Mujer #Prendas #Protocolo
“Una mujer no tiene necesidad de ser perfecta ni bella para llevar mis vestidos, el vestido lo hará por ella.” Cristóbal Balenciaga
La mujer desde siempre ha sabido la gran importancia que tiene su imagen y por ello ha basado su estrategia personal, profesional y de futuro pensando en la manera en que se siente más a gusto y además que pueda gustar intensamente sintiéndose más elegante. A la primera persona que quiere gustar es a ella misma, pero después, y dudaría si quizá es antes, a las otras mujeres, que no lo dudemos nunca son su máxima competencia. Además a la mujer se le ha permitido mucho más que al hombre el juego de la moda y el poder adaptarlo como ellas han querido.
A diferencia del hombre, que posiblemente usa la vestimenta de una manera más por función de sus necesidades, en la mujer es algo que va intrínsecamente ligada a su manera de ser, es mucho más innato, es más coqueta, con criterio y con gusto personal. Para la mujer la moda se reinventa como mínimo cada seis meses. No obstante, si esto sucede a los dos en la pareja, tanto al hombre como a la mujer, que tengan interés por este tema y vayan los dos elegantes, entonces conlleva siempre una visión sensacional para todos los que los vean. Lo que queda muy mal es que ella vaya muy elegante y su acompañante no. Eso es sinceramente fatal.
Una mujer, aunque su presupuesto pueda tener algunas limitaciones, siempre tendrá alguna prenda preparada para cada ocasión y sabrá hacer y utilizar esta fuerza de una manera impresionante. Para ella vestirse es algo más que tener ropa para ponerse y, aunque no es tarea fácil debido a la gran variedad de prendas que hay en el mercado, y que además tiene en su armario, a pesar de ello sabrá siempre qué pieza ponerse para cada ocasión, cuál es la prenda más correcta para cada acto.
La pasión por la moda de las mujeres, hace que además estén mucho más preparadas y tengan generalmente mucho más gusto para hacer combinaciones que los hombres. No obstante, controlemos los impulsos al comprar. Quizá para una mujer que su trabajo esté muy relacionado con el mundo de la moda deberá ir vestida de una manera mucho más novedosa, más a la última, que para otra que no lo esté. En el caso que no viva del mundo de la moda, quizá deberá estar pensando más en proyectar una imagen más acorde a su trabajo, mucho más neutral, buscando mantener una línea clásica y elegante, si es el caso, o más sport, moderna o atrevida si es otro caso.
Busquemos siempre lo que más nos guste o mejor nos interese, pero sin dejarnos influenciar mucho por la moda. Y aunque es importante el saber qué colores o estilos se llevan esa temporada, también lo es el saber qué nos queda mejor a nuestro cuerpo. Desde siempre todos los estilistas, sabiendo el gran componente de erotismo que puede llegar a tener la ropa, han exprimido esta posibilidad en todos los limites y está claro que todos sabemos bien que lo que realmente hace a una mujer más o menos sexy es, más que su cuerpo, cómo se viste su cuerpo. A una modelo perfecta la podemos destrozar poniéndole una bata de trabajo, mientras que a otra mujer que no tenga un cuerpo con unas dimensiones tan perfectas se le puede sacar un gran partido vistiéndola con gusto y explotando al máximo todas estas posibilidades que nos da la ropa o la vestimenta. Se puede estilizar su figura y transformarla en una mujer arrebatadoramente sexy. Es decir, la ropa es la que dice mucho de todos nosotros, hombres o mujeres, y según dónde y cómo se lleva debemos utilizarla de una manera o de otra, ya que incluso dependiendo del país en que vivamos el mensaje que enviaremos con la imagen puede ser diferente.
Humberto Eco, definió de una manera perfecta esto, diciendo: “si lleva una minifalda en Catania, es una muchacha ligera, pero si la lleva en Milán, es una muchacha moderna. Si lleva una minifalda en París, es tan sólo una muchacha, pero si la misma la lleva en Hamburgo, gran centro de Eros, puede que sea un muchacho”. O sea, la misma prenda, dependiendo de la situación, cambia por completo lo que transmite y por ello no olvidemos que no es nunca el cuerpo lo sensual, sino más bien la ropa con la que lo cubres lo que lo transforma en una fuente indiscutible de sensualidad. El vestido, de la misma manera que cubre el cuerpo, también lo descubre, y gracias a esto puede insinuar, acentuar, provocar o también ocultar las partes o formas que nos interesen, pero en todos los casos siempre descubriendo sin mostrar qué es lo que hay debajo de esa ropa, se consigue que así se pueda hacer y dar una imagen más elegante, más profesional o a la vez mucho más sexy.
La moda, como cualquier otra manifestación de arte, debemos tenerla como tal y las tendencias se pueden seguir hasta donde se quiera, pero creo que nos deben ayudar aunque sólo sea para orientarnos y después nosotros seamos los que sigamos nuestro propio estilo. Jamás debemos ser esclavos de las tendencias y las pasarelas nos deben siempre ayudar, pero jamás amargar. Además, pensemos que sí se pueden coger ideas en las pasarelas de moda, pero atención, ya que no todo lo que se presenta es el ideal de elegancia para nuestro estilo, ni necesariamente nos quedarán bien a nuestro físico. Conozcamos nuestro cuerpo y seguro que gracias a ello nos será más fácil ser irresistibles.
Otra cosa a tener en cuenta es el no tratar de imitar nunca a nadie en su forma de vestir, ya que lo que a una persona le puede quedar muy bien, a otra al ponerse la misma prenda puede que le ocurra justo todo lo contrario. La belleza es algo muy subjetivo y por ello tengamos muy claro nuestro propio estilo, cuál nos interesa transmitir y a partir de ahí demostremos nuestra creatividad, pero sin disfrazarnos. Hay que comprar prendas que nos gusten, pero también que nos ayuden y que podamos combinar perfectamente con otras que ya tengamos en el armario.
• Lo provocativo no es el cuerpo sino la forma y cómo lo vestimos. • Ponerse una pieza nueva con distintos zapatos y medias da una visión diferente. • Los vestidos sugerentes no son los más apropiados para ir al trabajo. • Sin pulcritud la imagen será pésima aunque llevemos un gran vestido. • La marca es secundaria. Lo importante es que te quede bien. • Vista discretamente evitando prendas llamativas. • Tener un buen fondo de armario. Nunca pasa de moda. • Controlar las prendas que son de una sola temporada. • A una entrevista de trabajo no vaya con jeans. • Intentar tener muchas prendas que combinen entre sí. • Vístase pensando en el puesto que deba ocupar. • Recordar que las tendencias de moda son cíclicas. • Juegue con los colores, pero evite las estridencias. • No combinar piezas veraniegas con invernales. • Mantenga el armario siempre ordenado. • En el trabajo el vestuario refleja personalidad. • Mantener un estilo clásico para ir al trabajo. • Durante el día colores más vivos y atrevidos. • Atención con los complementos exagerados. • Huir de la ropa sexy para ir al trabajo. • Atención con los piercings y tatuajes. • Ojo con la ropa transparente. • Ser femenina en todo momento. • Creemos nuestro propio estilo.
Consejos Clave Mujer
Vestuario formal:
• Con medias y zapatos de media tacón. • Bolsos de tamaño medio o medio pequeño. • Si se puede el bolso que vaya a juego con los zapatos. • Pañuelos es un buen complemento. • Joyas pocas y sencillas. • Trajes chaqueta. • Vestidos sastre. • Sahariana con un pantalón, es más informal. • Faldas con blusas. • Pantalones.
Vestuario informal:
• Zapatos de medio tacón. • Bolsos de tamaño medio o medio grande • Combinaciones muy variadas. • Se utilizan joyas variadas o bisutería. • Diseños más atrevidos. • Chaquetas sport con falda o pantalones. • Jerséis de cuello vuelto.
Vestuario sport:
• Camisetas, polos, jeans, camisas, blusas. • Zapatos planos o poco tacón. • Bolsos grandes. • Pocos complementos. • Puede llevarse bisutería.
Ver más Vestimenta y Protocolo Mujer #Prendas #Complementos #Etiqueta
Ver más Tejidos y Combinación de colores
4.MODA Y VESTIMENTA HOMBRE #Prendas #Traje #Protocolo
“El buen traje encubre el mal linaje.” Anónimo
El traje son las dos piezas del mismo color, o sea, chaqueta y pantalón. Esta prenda es sin ningún tipo de duda el emblema de la imagen clásica en la vestimenta del hombre actual, y continúa manteniendo las líneas y el conservadurismo de antes, pero es seguramente la prenda más cómoda de llevar y sin titubeo alguno es con la que mejor se está en cada situación. Hasta ahora no se ha encontrado ninguna otra prenda que nos ofrezca las ventajas de un traje. Posiblemente esto es también debido a que nos encaja perfectamente a todas las personas de cualquier edad.
Inglaterra es la madre del traje. Allí se desarrollaron a principios de siglo pasado los primeros patrones que todavía hoy se siguen utilizando, aunque lógicamente se han variado las dimensiones para adaptarlos a la moda y los estilos actuales. Algo más tarde, los italianos con un estilo mucho más moderno y actual, pero igualmente sobrio, fueron también influyendo en el mundo de la vestimenta y gracias a ellos, el estilo británico dejó de ser el monopolio del vestir.
Aunque casi nada haya variado en los últimos cien años, ya que su evolución no ha sido muy grande, es tan sólo en los anchos de solapas y hombros, o alguna vez en los largos donde se suelen producir algunos cambios. Se puede pasar de hacerlos más entallados o menos; de dos botones o tres, o cruzado; de aberturas o sin pero lo que es la estructura del traje poquísimo ha cambiado.
En cuanto al pantalón, variará de pliegues o no y de más ancho el bajo o menos, pero tampoco ha cambiado en demasía. A pesar de esto, continúa siendo una prenda que es cómoda de llevar, nos hace elegantes, es la única prenda que nos esconde los defectillos a partir de ciertas edades y, sobre todo, es la que en determinados ambientes de trabajo mejor nos sienta.
Aunque hay muchos dibujos y colores, son sobretodo el gris, el azul y el negro los que continúan siendo los reyes, y que deberán estar como prenda básica y clásica en el armario de cualquier hombre. Esto tiene mucha lógica, ya que son unas prendas que se podrán combinar muy fácilmente con cualquier camisa y corbata, por lo que no nos equivocaremos jamás. El hecho de ser oscuros y lisos ayuda a ello, nos permiten hacer todas las combinaciones posibles. Aparte, cuando hablamos de empezar con un primer traje, por ejemplo con una persona joven que deba empezar a crear un fondo de armario, le aconsejo que se haga el traje azul liso y además complementarlo con un buen pantalón gris. De esta manera, si un día queremos aprovecharlo bien, podemos llevar la chaqueta azul, como si fuera blazer, combinándola con el pantalón gris o beige. De esta manera, a un sólo traje le estaremos sacando doble partido.
Una vez que tengamos los básicos lisos, ya podemos empezar con otros colores y dibujos, pero siempre pensando que sean acordes con vuestra manera de ser, nuestro estilo y nuestra personalidad. Las rayas diplomáticas en todas sus variedades de colores, distancias entre rayas y anchuras, continúan siendo de los clásicos a tener en cuenta, ya que siempre han sido considerados como algo intemporal. También, aunque algo más sport, están los cuadros ventanas, pero sobre todo los cuadros gales, continúan siendo los típicos trajes que un buen fondo de armario debe de tener.
Pero lo que marca mucho la forma, dibujos y colores será seguramente las profesiones de las personas y dónde trabajan. Estos básicos que he hablado serán posiblemente los que más utilizarán los profesionales relacionados con el mundo del derecho, las finanzas o la política. Quizá para otras profesiones como pueden ser el mundo de la publicidad o la arquitectura la forma de vestir será mucho más informal, más de artista. No olvidemos nunca que casi siempre dependerá en cierta manera de quién es nuestro cliente para que vayamos vestidos de una manera determinada o de otra. Y, sobre todo, si hablamos de crearnos un fondo de armario, sea para la profesión que sea, en estos casos los primeros trajes que nunca podrán faltar serán los que ya he comentado.
Actualmente, algunos despachos también aceptan que los viernes por la tarde se pueda ir con una vestimenta más casual, pero siempre dentro de unos cánones bastante formales. Quizá podamos llevar unos pantalones de algodón o los típicos chinos, con una camisa de cuadros pequeños con cuello de botones y corbata, o incluso dependiendo del día, un polo en vez de camisa. Y encima una americana más sport. En este aspecto, deberemos conocer muy bien las diferentes circunstancias de cada empresa y momento.
Las materias primas que más se usan para confeccionar trajes son las lanas, incluso en verano, ya que ningún otro material tiene la ventaja de aislarnos muy bien de los rigurosos veranos. Además, éste es también el material que más nos ofrece y más esperamos de ello por su buena “caída”, por su buena “mano” y por su gran confortabilidad. Nos referimos a “caída” cuando hablamos del buen encaje de la prenda a nuestro cuerpo, de buena “mano” refiriéndonos a la dulzura del tacto, a que no sea áspero ni tipo cartón, estas dos características hacen que sea más o menos confortable. También en los tejidos cada vez más se busca que no sean muy gruesos y que no pesen. Actualmente no hace el frío que hacía antes y, además, en todos los sitios hay unas buenas temperaturas, esto ha obligado a los fabricantes a tejer cada vez los tejidos más finos y suaves y, por ello, si en un determinado periodo hace más frío un buen abrigo, gabardina o parka nos ayudará a corregir el problema de ese día.
En cuanto a los modelos, rectos o cruzados, es cuestión de moda, de elegancia y de comodidad. Los cruzados considero que son más elegantes y deben llevarse siempre abrochados por lo que son más incómodos. Las rectas con los dos o los tres botones en los delanteros son los más utilizados. El botón de abajo jamás debe abrocharse, en el caso de los tres botones lo más correcto es llevar el del centro abrochado, o incluso también el de arriba pero jamás el de abajo. Quizá los tres botones quedan mejor a personas más altas y los de dos a los que su estatura no es tan alta. Les queda mejor porque, al ser más bajos, si abrochamos la chaqueta sólo con dos botones, la apertura que nos da a la altura del pecho hace que ópticamente nos haga más altos y nos quede mejor a la vista. Sucede también que a las personas muy obesas siempre les quedará mejor los dos botones, salvo que sean extraordinariamente altas. En cuanto a si debemos llevar una abertura en la espalda, dos o ninguna, yo siempre me apoyo en que es mas deportivo con las dos aberturas, más elegante cerrada y, quizá, más joven con una en el centro. Aquí la comodidad puede ayudar a despejar incógnitas. Con dos aberturas se pueden poner las manos en el bolsillo mucho más fácilmente, pero ¿debemos guiarnos por esto o por lo que nos quede mejor? No nos olvidemos de los trajes de tres piezas, o sea, con chaleco. Aunque bastante en desuso, continúan siendo una prenda que le da al traje un aire de más elegancia, y que para zonas de temperaturas bajas es perfecta su puesta. Por último un traje bien acabado y con alta calidad diré que las bocamangas serán con los ojales abiertos, o sea hechos de verdad para que siempre alguno de ellos pueda llevarse sin abrochar
Consejos Clave #Prendas #Hombre #Traje
• No tener nunca en el armario la chaqueta colgada y abrochada.
• Que no sea muy larga la manga para poder dejar ver la camisa.
• Las mangas con ojales abiertos son un signo de elegancia.
• Llevemos algún botón de la manga desabrochado.
• Los cruzados son más clásicos y más elegantes.
• Los cruzados deben llevarse siempre abrochados.
• Jamás llevar abrochado el botón de debajo de delante.
• Los dibujos más básicos son los más fáciles.
• Comprobar que no haya caído algún botón.
• Gris oscuro, azul y negro son los colores más básicos.
• Es importante la calidad de los tejidos.
• No llevar nunca vueltas si no se es alto.
• Los forros también tienen su importancia.
• La vuelta en el bajo es más sport.
• Trajes claros siempre de día.
• Los cuadros nos hacen más bajos.
• Las rayas nos estilizan.
Ver más Vestimenta y Protocolo Hombre #Prendas #elTraje #Complementos #Etiqueta
Ver más combinación de colores
5.Consejos para las manchas
“El egoísmo tiene el premio de la soledad.”
Cuantas y cuantas veces las comidas en los restaurantes nos agradecen la visita con una fantástica mancha en la camisa, el traje o posiblemente la corbata. Y lo triste es que sabiéndolo como lo sabemos, siempre nos coge desprevenidos. Y, ¿qué hacer?
Lo primero será la rapidez en limpiar cualquier cosa que caiga sobre una tela, ya que para evitar que se manche, lo más importante es que la mancha no se incruste y penetre dentro de la fibra. Por ello se debe intentar tratar lo antes posible y así cuando ya se ponga en la lavadora se eliminará fácilmente con un simple lavado. Para tratar una mancha líquida en unos primeros auxilios, lo mejor si no tenemos nada más es utilizar agua fría y con movimientos circulares desde fuera hasta dentro ir frotando un poco para después al llegar a casa ver con mayor detenimiento si debe de ir a la tintorería o puede ser algo más casero. No obstante el frotar puede llegar a ser peligroso ya que podemos estar incrustando todavía más la mancha. Hay veces usando unos polvos de talco para secarlo, ya estamos absorbiendo una gran parte de la mancha y después ya será más fácil que se vaya. Si por el contrario la mancha es más sólida, lo primero que haremos será sacar lo que esté incrustado con una espátula y después seguir los mismos consejos.
Si por el contrario la mancha la hacemos en casa, será fácil buscar una solución más efectiva, pero la rapidez continuará siendo nuestro principal aliado para la seguridad de la prenda. Recordemos por eso que aunque estemos en casa no es bueno tratar enseguida con agua caliente ya que puede quemar la mancha y después quedar permanente. Lo mejor es limpiarlo con agua fría, utilizar los productos especiales que hay en el mercado y que seguro que tendremos en casa para estos accidentes y después aplicar las reglas. Recordemos también que las manchas se eliminan mejor por el revés que por el derecho del tejido.
Aquí van unos pequeños consejos, aunque lo mejor es no hacerlo en casa y acudir a una tintorería. Ellos, como profesionales que son, sabrán seguro cuál es el mejor tratamiento para la prenda.
• Café: Remojar con agua tibia y detergente. Después trate la prenda con alcohol metílico. Si quedan algunas manchas, utilice agua oxigenada. Si podemos, es bueno aplicarle enseguida que se haya manchado un poco de hielo.
• Café con leche: Agua tibia y detergente biológico.
• Té: Igual que el café.
• Grasa: Poner un paño limpio debajo y tirar unas ligeras gotas de aguarrás fino muy lentamente como se vaya absorbiendo. Después utilizar detergente liquido y frote suavemente. Lave la prenda con agua caliente.
• Zumo de fruta: Echar un poco de sal para que absorba la mancha y después poner en remojo en agua fría y después lavar. También puede secarse la mancha si es muy liquida con papel absorbente. • Ácido: Ponga la prenda bajo el grifo y después pase una esponja empapada en agua fría y amoniaco o bicarbonato.
• Chocolate: Frotar con jugo de limón y después lavar con jabón.
• Salsa de tomate: Aclare con agua fría y remoje con detergente liquido.
• Aceite vegetal: Si estamos en un restaurante, lo primero y bastante efectivo será frotar con agua con gas. En casa, empape la prenda y trátelo con alcohol metílico y vinagre blanco. Después lávelo bien con algún solvente.
• Huevo: Aclare la prenda con agua fría y después lávelo con un detergente biológico.
• Cerveza: En remojo con vinagre blanco o con detergente biológico. Aclárelo y después lave con agua muy caliente.
• Vino: Si es tinto ponga sal para que absorba y después lávelo. Y aunque pueda parecer extraño, hay una manera muy simpática de limpiar una mancha de vino tinto y es tirarle un poco de vino blanco encima, y frotarlo con un paño. También puede hacerse con vinagre blanco. Cuando se seque habrá desaparecido el rastro. Después lavar.
• Barra de labios: Trátela con un solvente para limpieza en seco, o con alcohol metílico, que se puede comprar en cualquier establecimiento preparado. Después lave con un detergente liquido. • Maquillaje: Remojar un poco con jugo de limón o vinagre, y después lavar.
• esmalte de uñas: Trátelo con acetona y después límpielo con aguarrás. Después lávelo normal. • Perfumes: Poner bajo la mancha un paño de algodón blanco y elimine con amoniaco. Después lave normal.
• Sangre: Lave en agua fría con un poco de sal. Si la sangre está seca, frote con un cepillo y ponga la prenda a remojo con agua fría y detergente biológico. También puede ser con agua oxigenada. También podría frotarse directamente con agua oxigenada y después lavarlo. Incluso puede meterse la prenda en el congelador y después de unas dos horas lavarla.
• Chicle: El congelador también se puede utilizar para el chicle. Cuando ya está congelado sale fácilmente y entonces tratarlo con alcohol metílico o aguarrás, y lavar.
• Tinta: Pasar sobre la mancha un paño empapado en vinagre blanco y después lavar. • Bolígrafo: Sumerja la parte manchada en leche hirviendo durante 30 minutos. Después lava con abundante agua.
• Cera: Lo mejor es esperar a que se solidifique y después lo sacamos. Es también muy efectivo ponerlo entre dos papeles, a poder ser de seda, y planchar la mancha hasta que se vaya absorbiendo la cera. Cambiar el papel tantas veces como sea necesario.
Consejos Clave #Manchas #Mujer #Hombre #Protocolo
• Las manchas difíciles pueden tratarse con unas gotas de agua oxigenada o amoniaco.
• Lo mejor para las corbatas es llevarlas a la tintorería. Jamás lavarlas en casa.
• Usar muy poca cantidad de solvente.
• Si lo utiliza hágalo cerca de una ventana abierta.
• Pruebe primero en una parte que no se vea, si puede desteñir.
• No lo haga cerca del fuego. Es inflamable.
• Coloque siempre un pañuelo de papel bajo la mancha para absorber la humedad y también el solvente.
• No mezcle nunca solventes.
• Empape un trapo en el producto y frote con movimientos circulares. Recordar de fuera hacia dentro.
• Aclare siempre con abundante agua.
• Cuando se le queme algo al planchar, que queda algo tostado, échele agua oxigenada y deje secarla al sol.
• Jamás guarde ropa húmeda dentro de bolsas de plástico.
Enlace de interés:
Los mejores cócteles del verano, ingredientes y pasos de elaboración
Protocolo en mesa, cubiertos y sus tipos,platos, copas y decoración