Andorra es el país del wellness. Las áreas termolúdicas están disponibles en la mayoría de complejos hoteleros del Principado y garantizan una relajada estancia para el bienestar de cuerpo y mente. En la estación de Vallnord, se pueden combinar los circuitos termales con la práctica del esquí. También existe la posibilidad de conocer el entorno natural del dominio en Gica-fer y contemplar su magnífica puesta de sol o degustar una fondue a 2.000 metros de altura.
Para vivir una auténtica escapada de relax, es indispensable visitar algún centro termal del país, una de las atracciones del Principado. La mayoría de complejos hoteleros de la Massana y Ordino, en el área de Vallnord, disponen de instalaciones de wellness donde disfrutar de las propiedades curativas del agua termal y de los tratamientos personalizados.
También existe la posibilidad de sumergirse en las lagunas de Caldea. El centro termolúdico más grande del sur de Europa ofrece al visitante una explosión de sensaciones. Además, por la noche, el visitante puede disfrutar de un espectáculo único con el agua como principal elemento, realizado por la compañía teatral Els Comediants.
Precisamente, Vallnord ofrece la posibilidad de contratar el pack de emociones ‘Esquí y relax’ que incluye forfait de día, entrada a Caldea y alojamiento en un hotel de tres estrellas en régimen de media pensión, por tan sólo 83 euros.
UN MUNDO DE SENSACIONES
Además del termalismo, en la estación andorrana se puede disfrutar del sol y la nieve en las terrazas de las áreas de restauración situadas en los tres sectores (Arcalís, Arinsal y Pal).
Un lugar ideal donde descansar tras una intensa jornada de esquí, y relajarse contemplando unas magníficas vistas de la estación.
En los restaurantes de Vallnord se puede degustar la cocina típica de montaña; mientras que en las bordas, casas rurales andorranas, se ofrece la gastronomía tradicional del país, entre los cuales destaca los embutidos como la donja y la bringuera; así como platos más elaborados como el arroz con setas o el trinxat.
Para los que buscan nuevas sensaciones, el restaurante Cheese’s Art, situado en la Coma de Arcalís, permite disfrutar de una clásica fondue o raclette a más de 2.000 metros de altura. El Cheese’s Art también dispone de servicio de cenas y mediante el Gica-fer, el vehículo oruga de la estación, se puede acceder cómodamente hasta el área de restauración.
Precisamente, el Gica-fer también permite realizar excursiones por el entorno natural de la estación y contemplar una de las estampas más bellas de los Valls del Nord: su puesta de sol. Unos recorridos temáticos que permiten contemplar la estación como nunca se ha visto.
Más información: www.vallnord.com