• Las operadoras son empresas que compran las máquinas y garantizan llegar a acuerdos de ubicación de las mismas, en diversos establecimientos. Además, negocian cómo van a compartir los gastos y los beneficios con los hosteleros.
• Las máquinas recreativas con premio son un producto muy interesante, ya que el mantenimiento, que es mínimo, recae sobre la operadora.
• En definitiva lo que hay que tener es un establecimiento moderno, bien decorado, limpio, con afluencia de público, y a partir de ahí la negociación con la operadora es fácil, como lo será con el resto de los proveedores
• Lo que sin duda alguna está afectando a este sector es la ley del tabaco. Es bien sabido que el cliente pide la consumición y sale a la puerta del bar para poder fumar, pero ¿y la máquina? Esa no puede salir
Cuando me pidieron los editores de esta revista que escribiera un artículo de Difusión Jurídica sobre “las máquinas recreativas en los bares”, pensé, más que un artículo tengo que reflejar una realidad, con la complejidad de considerar cada una de las realidades coexistentes en cada comunidad autónoma. Por lo que he plasmado la esencia de este negocio desde el punto de vista de un comunicador, hacia los empresarios o asesores, para que identifiquen cuáles son los valores y puntos más interesantes a implementar.
Sin lugar a dudas el lugar por excelencia de los españoles es el bar, un lugar donde pasamos mucho tiempo, y nos gustaría pasar mucho más. Es ese centro de entretenimiento, donde hablas con los amigos, ves a los vecinos, o a los clientes, donde te desahogas, te reconfortas de la sed y del hambre, donde ves los partidos de fútbol y te emocionas cuando tu equipo gana o te enfadas cuanto éste pierde. Y es en el bar donde encuentras todo un mundo de productos que te invitan a probar experiencias, a conocer sabores, colores, texturas y sobre todo, emociones.
Sin lugar a duda, el producto por excelencia que produce unas emociones fascinantes es la máquina recreativa con premio. Exacto, esas máquinas de colores brillantes, materiales cromados, luces parpadeantes, sonidos pegadizos y grandes aventuras que nos hacen viajar al oeste o a países lejanos.
Pero esta gran desconocida es un producto muy regulado. ¿Saben que hay 17 modelos diferentes de máquina recreativa con premio? Sí, de cualquier máquina que vemos en un bar hay tantos modelos como autonomías, sin posibilidad de armonizar los procesos de homologaciones, que es el primer paso para poder poner una máquina en un bar.
Somos un área de actividad regulada por cada una de las comunidades autónomas. ¿Se imaginan 17 modelos diferentes de coche? Todos aparentemente iguales, pero diferentes, y que cada vez que vas de una comunidad autónoma a otra, tuviéramos que cambiar de coche. Pues esa es la realidad actual de las máquinas recreativas.
¿Qué parámetros son diferentes? Pues los fundamentales; el precio de la partida, que puede ser a 1 euro, o a 60 céntimos, e incluso en alguna comunidad, a 40 céntimos; los premios máximos, que van desde los 500 euros, a los 400 euros, pudiendo llegar a los 240 euros. ¿Se imaginan una lotería que pagara diferente el décimo en función de dónde vivas?.
Además, tenemos otros problemas añadidos, por ejemplo el porcentaje de devolución de premios. ¿Por qué nosotros devolvemos por ley el 75% y otros juegos estatales sólo el 60%? ¿Y por qué en esos si no sale premiado el décimo o el cupón no se devuelve, cuando nosotros lo devolvemos siempre? Esa es una barrera muy importante para el desarrollo del negocio, ya que no podemos hacer productos lo suficientemente atractivos para los clientes del bar, y tenemos que intentar mejorar los juegos dentro de unas normas encorsetadas. Imagínense que para servir un cuba libre sólo hubiera un único tipo de ron y de refresco, pero que pudieran hacer diferentes botellas o vasos donde servirlo. Por todo esto la figura del hostelero es tan importante, porque él pone el servicio, la sonrisa, el cambio y la atención, pero no puede promocionar este servicio, nos puede invitar a otra ronda, pero no a otra ronda de juego.
En cuanto a la oferta, ¿cuántas máquinas es conveniente tener? Pues una, dos o ninguna. ¿Cómo? Pues sí, en eso también estamos regulados, ya que hay comunidades que permiten poner dos máquinas, otras solamente una y en otras el mercado está contingentado, es decir, los permisos están adjudicados, y si mañana quieren abrir un bar y poner un máquina, no puedes. ¿Se imaginan que en su bar sólo pueden tener una marca de ginebra? ¿O que sólo pueden vender cerveza sin alcohol?
En un mercado moderno, las regulaciones extremas y las cuotas no tienen sentido. Somos un país de barreras, de entradas altas y controles bajos, pero deberíamos tener barreras bajas y controles altos. Cuando se aprobó la Ley del Juego, tenía un fin: permitir el entretenimiento con premio en los bares, y ese es el espíritu de nuestro negocio, entretener, que los clientes vayan al bar a pasar un rato agradable, a tomarse un copa, comer algo y jugarse unas pocas monedas, con la posibilidad de ganar un premio, no muy grande, para que sirva de aliciente momentáneo.
¿Pero esto es negocio? Sí. Pese a todo, el modelo es muy eficiente. Hay unas empresas muy profesionales que se llaman operadoras, cuya función consiste en comprar las máquinas, con las oportunas homologaciones, y que garantizan, mediante unas fianzas de pago de las tasas administrativas, junto a los empresarios de la hostelería llegar a acuerdos de ubicación de las máquinas, en diversos establecimientos. Además negocian cómo van a compartir los gastos y los beneficios con los hosteleros. Si contemplamos que el precio de una máquina son unos 3.500 €, aunque la tasa de ésta es variable en función de cada comunidad autónoma, le sumamos los impuestos, las tasas municipales, y luego el reparto de la recaudación obtenida, que es el resultado de las cantidades jugadas y los premios pagados, recordemos que devolvemos como mínimo el 75%. Como vemos, es fácil hacer el cálculo.
La gestión por parte del empresario es como la que hace con cualquier otro producto o servicio que tiene en le establecimiento, es decir, cuidarlo, limpiarlo, disponer de cambio para los clientes, si bien es cierto que actualmente todas las máquinas tienen un billetero que admite todos los billetes, hasta 50 euros, y por último, facilitar el uso de la máquina a los clientes. Además, las máquinas recreativas con premio son un producto muy interesante, ya que el mantenimiento, que es mínimo, recae sobre la operadora.
Los modelos de relación con las operadoras son variopintos, y que van desde el 80-20, al 50-50, como a cualquier otro modelo. En definitiva lo que hay que tener es un establecimiento moderno, bien decorado, limpio, con afluencia de público, ya sea de paso o porque tengamos una oferta diferenciada, y a partir de ahí la negociación con la operadora es fácil, como lo será con el resto de los proveedores. La hostelería como negocio es la base de nuestra economía de servicios, el pilar del sistema, y por eso es tan importante mantenernos en la línea de actualidad en todos los órdenes de nuestro negocio.
En la actualidad todos estamos sufriendo la crisis económica, y el negocio de la hostelería aún más, pero lo que sin duda alguna está afectando a este sector es la ley del tabaco. Es bien sabido que el cliente pide la consumición y sale a la puerta del bar para poder fumar, pero ¿y la máquina? Esa no puede salir. Es uno de los grandes perjuicios que estamos teniendo tanto los fabricantes de máquinas, como los operadores, como los hosteleros. Un porcentaje elevado de clientes que fuman son jugadores de máquinas y ahí sí que hay poco que hacer. Actualmente estamos reuniéndonos con diversas administraciones para buscar soluciones, pues es un auténtico lastre, ya que muchos empresarios, después de haber hecho las reformas necesarias para poder fumar en su establecimiento, ya no pueden ofrecer al cliente que pase un rato agradable, fumándose un cigarro, tomándose una copa, un pincho y jugando en una máquina recreativa.
Pero tenemos que ser optimistas, y como empecé encabezando el artículo, el Bar es el mejor punto de venta del Siglo XXI, y lo mantengo. Por ejemplo, la distribución de alimentos ha tenido que variar de modelo varias veces, empezaron con las tiendas, luego con el hipermercado, supermercado, ahora con las tiendas gourmets. El negocio de la moda, lo mismo, primero boutique, después centro comercial, y ahora calle de la moda. Pero la realidad es que en todos estos sitios hay bares.
Estamos en todas partes, somos el negocio de proximidad por excelencia, por ejemplo lo primero que se abre en una nueva urbanización son los bares, sino observen, donde no se han vendido pisos, no hay bares. Marcamos la tendencia. Y no lo olvidemos, un bar es una barra, unas sillas, un grifo de cerveza, una máquina de café, una plancha y una máquina recreativa. La alegría del barrio, el olor a comida, a café recién hecho, a churros, acompañado del ruido del tintineo de las monedas cayendo y la voz de ese cliente que pide al camarero, “ponme otra, que pago yo”.
Profesionales de la hostelería, las empresas operadoras y los fabricantes de máquinas recreativas han estado siempre al lado de ustedes, desarrollando productos que mejoren su oferta y que les vuelven competitivos, crecer como empresas, y estar a la vanguardia del sector servicios. Gracias.
José Miguel Esteban. Director de Marketing y Comunicación
de Recreativos Franco