la pérdida de 380 millones de € de facturación si se prohibiera fumar en la hostelería segun la Asociacion de Hosteleria de Madrid La Viña
– La situación económica actual está reduciendo la capacidad generadora de empleo de las empresas de hostelería que, desde la segunda mitad del año 2008, han visto cómo su facturación descendió entre el 12% y el 45 %.
– La prohibición total de fumar invalidaría las reformas que los locales han realizado hace apenas tres años para adaptarse a la normativa actual, que establecía unas condiciones de adecuación de los locales que ahora se ven invalidadas por la arbitrariedad del Gobierno y su cambio de criterio.
Madrid, 16 de septiembre de 2009.- La Viña, Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid, estima 380 millones de euros de pérdida de facturación de los negocios de hostelería madrileños durante el primer año de vigencia de la norma, si se prohíbe fumar totalmente en la hostelería madrileña.
Esta cifra es el resultado de que la población fumadora de la Comunidad de Madrid dejase de tomarse un café al día durante su jornada laboral durante un año (200 días laborables, aproximadamente).
Esta caída de la facturación supondría la pérdida de cerca de 15.000 puestos de trabajo en nuestra región.
Por su parte, desde la segunda mitad del año 2008 los negocios de hostelería de la Comunidad de Madrid arrastran una caída de su facturación entre un 12% y un 45%.
Con estas perspectivas, La Viña considera que no es el momento adecuado para plantearse reformas radicalmente prohibitivas que puedan debilitar, todavía más, el tejido empresarial hostelero madrileño.
Estamos seguros que este tipo de medidas, que ‘chocan’ bruscamente con los hábitos sociales actuales, generará a corto y medio plazo una influencia directa en la facturación de las empresas de hostelería, provocando que algunas -que ya se encuentran en una situación delicada-, se vean abocadas al cierre.
La medida que pretende implantar el Ministerio de Sanidad no es destructiva en sí misma con el sector hostelero, pero sí ‘llega’ en un mal momento para las empresas, apenas tres años después de que ya nos hayan regulado en este sentido, estableciendo unas condiciones de adecuación de los locales que ahora se ven invalidadas por la arbitrariedad del Gobierno y su cambio de criterio.