La ponente insistió en la protección al consumidor como base de la nueva legislación sobre Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas
La ponente insistió en la protección al consumidor como base de la nueva legislación sobre Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas.
La especialista en Derecho Privado y profesora de la Universidad Paul Cezanne, Jocelyne Cayron, ha asegurado que las reformas realizadas en los reglamentos comunitarios que regulan las indicaciones geográficas “plantean una protección incluso mayor que los textos jurídicos anteriores para los vinos de calidad”, si bien señaló que “los controles más estrictos exigirán una mayor disciplina de los productores tanto en la elaboración de los ‘cuadernos de condiciones’ para optar a esa protección como en el control de su producción”.
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Cayron situó la protección al consumidor en la base de toda la evolución que se ha vivido en el sector desde el punto de vista normativo. Para la abogada, “estas indicaciones permiten que el consumidor pueda tener mayores garantías, no sólo de origen sino también de calidad”.
La profesora de la Universidad Paul Cezanne destacó que “en la actual propuesta de reglamento esta protección es aún mayor porque supone una defensa contra todo uso comercial indebido de la denominación, directo o indirecto, para productos comparables”.
Un etiquetado más sencillo
Por su parte, el responsable de Política de Calidad, de Etiquetado y de las Relaciones Bilaterales con los Países Terceros de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, Luc Berlottier, ha coincidido con Cayron en su exposición y tras un breve repaso ha concluido que las últimas modificaciones legislativas que responden, según sus palabras, “a los nuevos retos de hoy y mañana”.
Berlottier se ha centrado en exponer el nuevo sistema de etiquetado, “un sistema más sencillo y flexible”. Tal y como ha expuesto, todo lo referente al etiquetado se centrará en un mismo capítulo, para facilitar su acceso. Será más flexible, podrá incluir en las etiquetas “las medallas conseguidas por ese vino o los concursos que haya podido ganar”. Además, dejan abierta la posibilidad de incluir el término complementario tradicional, el contenido de azúcar o el cultivador.
Asimismo, los vinos que no sean de Denominación de Origen Protegida ni de Indicación Geográfica Protegida tendrán la posibilidad de incluir la variedad y la añada. El representante europeo ha recordado la obligatoriedad de que figuren también la designación de ventas, el grado alcohólico y la indicación de procedencia, así como el embotellador.