La contratación temporal en industria y hostelería caerá a la mitad este verano
Este año las empresas han planificado sus plantillas, adaptándolas a la caída del consumo y evitando las sustituciones del estío
El perfil tradicional del estudiante compite con el resto de parados
Este año, más que nunca, los jienenses esperan los meses de verano para poder encontrar un trabajo temporal aunque sólo se prolongue durante julio y agosto. Sin embargo, pese a la creciente demanda de un empleo durante el estío, se prevé que se reduzca la oferta drásticamente. Ya en el verano de 2008 se redujeron las ofertas un 17 por ciento con respecto a 2007. Ahora, según el Indicador Laboral de Comunidades Autónomas de Adecco-Iese, se prevé que la contratación temporal no va a reactivar el mercado laboral en verano como siempre ha ocurrido. Este año la crisis no ha sorprendido a las empresas, las cuales han tenido tiempo de planificar sus plantillas y adaptarlas a la caída del consumo. Por eso, Adecco prevé que este verano la contratación temporal vuelva a caer con respecto al mismo periodo del año pasado un 50 por ciento.
Perfil
Pero no sólo hay cambios en la oferta de trabajo, sino también en el perfil de aquel que los busca. Tradicionalmente la época estival beneficiaba a los jóvenes estudiantes que aprovechaban los meses de verano para obtener un dinero extra y tener su primer contacto con el mercado laboral, aunque este año el perfil del trabajador cambiará considerablemente. Así, los jóvenes tendrán que competir con los miles de parados en la provincia cuya situación de desempleo dará lugar a que se interesen por puestos en los que con anterioridad no habían reparado.
Dentro de estos nuevos trabajadores veraniegos, las mujeres jugarán un papel importante ya que muchas de ellas decidirán incorporarse al mercado laboral con el fin de aportar unos ingresos extras a la unidad familiar, afectada generalmente por la situación de desempleo de algunos de sus miembros. Las personas mayores de 40 años también buscarán un trabajo, aunque sea de carácter eventual.
Otra diferencia importante con respecto a años anteriores es que mientras la contratación de inmigrantes en los meses de verano no representaba un incremento sustancial en este colectivo con respecto al resto de meses del año, ya que su prioridad era encontrar un empleo duradero que les otorgara cierta estabilidad, este año también optarán a todo aquello que consideren adecuado a sus posibilidades.
Derivado de lo anterior, la formación de los trabajadores también será superior a la de años precedentes: en estos momentos la alta tasa de paro afecta por igual a personas con formación que sin ella, por lo que no sólo los estudiantes de titulaciones medias o superiores intentarán obtener ingresos en su periodo vacaciones, sino que también aquéllos ya licenciados o diplomados, o con una dilatada experiencia profesional, intentarán hacerse un hueco para hacer frente a sus gastos.
Sin vacaciones
Sacrificar las vacaciones por un trabajo siempre tiene como primera causa el dinero, sea cual sea la edad del candidato, aunque hay ciertas diferencias. Según el estudio elaborado por Randstad, a mayor edad del candidato, el dinero pierde importancia en virtud de otros valores. En el caso de los mayores de 45 años, el empleo veraniego es refugio para aquellos que desean mejorar su CV (así lo afirman un 27 por ciento de los consultados); para los trabajadores de entre 30 y 45 años la prioridad es entrar de nuevo en el mercado laboral (lo eligen como respuesta en el 26 por ciento de las ocasiones) y para los jóvenes menores de 30 años la prioridad clara es el sueldo (lo eligen el 49 por ciento de consultados). También se ven diferencias según el nivel educativo de los participantes. Dos de cada tres personas sin estudios trabajan en verano principalmente por dinero (un 62 por ciento).