La bodega riojana Alcorta lanza este mes al mercado una nueva edición de sus Gastrovinos, reaciones originales de la prestigiosa chef catalana Carme Ruscalleda, inspiradas y desarrolladas a base de los vinos de Alcorta, elaborados por Elena Adell.
Por primera vez en su historia Alcorta, especializada en tintos, decide firmar un vino rosado para aumentar la familia Gastrovino, el
proyecto que desarrolla desde 2009 con la única mujer que ostenta cinco estrellas Michelín, Carme Ruscalleda. El motivo, la gran sinergia entre ambas profesionales, su inspiración mediterránea y el papel que la propia Elena Adell, enóloga de Alcorta, otorga a estos vinos: Nunca he entendido muy bien por qué los rosados están tan alejados de nuestras mesas. Son la compañía perfecta para los platos complicados y, además, siempre evocan cosas agradables como el verano, el mar, las vacaciones y el buen tiempo.
Desarrollado mano a mano con Ruscalleda, el primer rosado Alcorta es una añada de 2010, 100% de tempranillo, procedente de las fincas que la bodega posee en Navarrete y Torremontalbo. Descrito por su enóloga, el vino “posee un precioso color frambuesa y envolvente perfume que evoca el Mediterráneo, la frescura de una buena sombra, el relax, el disfrute, la compañía y la agradable conversación
Ideal para acompañar todo tipo de platos, a temperatura de servicio recomendada de 9ºC y 11ºC, será el imprescindible del verano. Chutney de Alcorta, la propuesta de Carme Ruscalleda El primer rosado de Alcorta ha inspirado a Carme Ruscalleda en la creación del nuevo Gastrovino, una salsa de corte y estilo chutney que recrea de forma visual y gustativa todos sus aromas y colores. Está elaborado a base de reducción de vinagre de vino rosado Alcorta (15%), azúcar moreno de caña integral (18%), frambuesa (16%), agua (16%), cebolla (12%), manzana (12%), plátano (6%), piña (6%), naranja y especias naturales.
El nuevo Chutney de Alcorta resulta ideal para degustar directamente del bote, para acompañar carne o pescado, aliñar canapés creativos, para enriquecer postres modernos o para mojar en él gajos de manzana. Según las recomendaciones de su creadora, es una propuesta divertida para acompañar verduras rebozadas o en tempura, complementar parrilladas de marisco y pescado, muy recomendable para mezclar con las salsas naturales de asados de carne e interesantísimo como contraste y acompañamiento en los platos de queso. En palabras de Carme Ruscalleda, se trata de admirar, tocar, oler y descubrir nuevas texturas y saborear el vino en otra dimensión.