El Ecofin (Consejo de Ministros de Finanzas de la UE) llegó hoy a un acuerdo para permitir a todos los Estados miembros aplicar un IVA reducido a una lista de servicios, entre los que destacan los restaurantes y los cuidados a domicilio a niños, enfermos y ancianos.
De esta manera, los países que lo deseen podrán incentivar fiscalmente servicios intensivos en creación de empleo, como son los restaurantes, la construcción y reparación de viviendas, la peluquería, la atención domiciliaria, la reparación de bicicletas, calzado y vestido, y la limpieza de cristales y viviendas.
Francia podrá, como reclamaba desde hace tiempo, aplicar un tipo más bajo a los restaurantes, mientras España, que ya tenía esa potestad para dichos establecimientos, las peluquerías, la construcción y la albañilería, podrá extenderlo a los otros servicios citados.
No obstante, el vicepresidente segundo del Gobierno español, Pedro Solbes, dejó claro que el acuerdo adoptado en Bruselas no conllevará ningún cambio en el sistema vigente en España.
"A priori no pensamos modificar nada relacionado con el IVA, a no ser que por razones de política económica fuera necesario", recalcó.
El tipo estándar de IVA en España está en el 16%, con un tipo reducido del 7% y uno súper reducido del 4% que se aplica a alimentos de consumo básico.
En toda la UE oscila entre el 15% que rige en Chipre, Luxemburgo y Reino Unido (que lo ha rebajado para luchar contra la crisis) y el 25% en Dinamarca, aunque hay todo un mosaico de productos y servicios a los que se aplica un gravamen más bajo, en unos países sí y en otros no.
El acuerdo de hoy dará a todos los Estados miembros la opción de someter a una tributación más baja los mismos servicios, en los que no hay competencia transfronteriza y que requieren mucha mano de obra.
Los ministros también acordaron hoy extender a los audiolibros y los libros digitales la posibilidad de beneficiarse de un IVA reducido, lo que ya se permite para los libros tradicionales.
Portugal ha logrado, por su parte, vía libre para reducir el gravamen a los peajes en los puentes sobre el río Tajo en el área de Lisboa, al tiempo que Chipre podrá hacer lo propio con las bombonas de butano.
Con este acuerdo, se pone fin a una batalla que ha durado más de cinco años y en cuyo origen está la solicitud francesa para someter a los restaurantes a un IVA más bajo.
La cuestión ha permanecido bloqueada, dado que, como todas las decisiones sobre fiscalidad, requería la unanimidad de los Veintisiete y un grupo de países liderado por Alemania se oponía a autorizar nuevas exenciones en un impuesto teóricamente común.
Para lograr convencer a esos países, la Presidencia checa de turno de la UE planteó un compromiso que reduce al mínimo la lista de servicios susceptibles de llevar un IVA más bajo y se descartó aumentar el catálogo de productos.
Además, el texto alude a las dudas sobre la utilidad de imponer un tipo reducido a los servicios y bienes "verdes", aunque la redacción hoy fue matizada considerablemente.
Así, en vez de pronunciarse en contra de esta posibilidad, se limita a señalar que bajar el IVA con objetivos medioambientales sólo resulta eficaz "en cierta medida".
El comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, destacó que el acuerdo pone fin "a una situación muy injusta", ya que once de los veintisiete países de la UE contaban con un IVA reducido en el sector de la hostelería, mientras que otros "no habían tenido esa oportunidadBruselas, 10 mar (EFE)