Girona, mayo de 2010.– Cafès Cornellà, empresa torrefactora de café con sede en Fornells de la Selva, ha entregado recientemente la primera certificación de calidad PUNTO ESPRESSO a tres cafeterías gerundenses: Angelus Café, Studio Store Coffee y Lapsus Café. Con ese evento, la empresa gerundense pone en marcha el proyecto de certificación de las cafeterías a través del cual se reconoce la excelencia del establecimiento en la preparación del café Espresso, así como en la elaboración de bebidas en base al café. Disponer del símbolo PUNTO ESPRESSO permitirá a la cafetería un despliegue importante de actividades y promociones dirigidas al consumidor y disponer de diferentes elementos de comunicación para difundir la cultura del café, además de la posibilidad de formar parte de la red de cafeterías certificadas. Por un lado, para mantener la certificación, el establecimiento se compromete, entre otros aspectos, a preparar y ofrecer cafés espresso en todas sus tazas, utilizando el método de preparación, con los parámetros de la bebida y con el personal debidamente formado, el barista. Por otro lado, Cafès Cornellà se compromete a poner a disposición de la cafetería todos los medios que han de permitir al establecimiento certificado obtener la combinación correcta de todos los factores que intervienen en la elaboración del espresso perfecto. Las tres cafeterías certificadas con el PUNTO ESPRESSO trabajan con el Sistema Integral de Calidad (SIQ), un sistema basado en la profesionalización del personal que prepara el café, el mantenimiento preventivo de los equipos y una mejora significativa del negocio, a través de la satisfacción del consumidor final.
Cifras entorno del café. Se calcula que más de un 50% de la población es consumidora de café. Según un estudio elaborado por Cafès Cornellà en 2009, un 52% de los consumidores de café encuestados valoran la calidad de los cafés que consumieron en las cafeterías como “mediocre”, un 38% como “normal” y sólo un 10% lo cualificó como “excelente”. El gerente de Cafès Cornellà —Pere Cornellà— afirma que “en el entorno actual, donde la economía pasa por un mal momento, y no hay señal que nos permita pronosticar una recuperación inmediata, nos encontramos en un escenario donde hay que apostar por la calidad, ofrecer lo mejor al consumidor. Una cafetería debe reinventarse. Competir hoy en día es una pérdida en todos los sentidos. Con la generalización de las máquinas de café espresso domésticas, todo el mundo puede tomarse un buen café en casa; hace falta, pues, que la cafetería ofrezca un producto excelente. Sólo así se diferenciará de la competencia y tendrá asegurada su pervivencia en el mercado.” Se calcula que un 30% de los ingresos de una cafetería y el 65% de los beneficios proceden del café, que al mismo tiempo sostiene el margen de productos deficitarios. El objetivo de las cafeterías certificadas es la satisfacción de sus clientes. Es por este motivo que Cafès Cornellà reconoce y certifica los establecimientos que apuestan por trabajar bien todos y cada uno de sus productos. Asimismo, Cafès Cornellà da la oportunidad al consumidor final a elegir cafeterías con una garantía de calidad. Trabajar mal cuesta dinero. Pere Cornellà destaca que “hace falta orientar a las cafeterías hacia la excelencia, en consonancia con la evolución que han hecho otros sectores de la gastronomía de aquí. El estilo de consumo que desea el cliente son comidas buenas y ligeras, servicio rápido y precios ajustados. El consumidor actual tiene nuevos valores: la calidad, la salud, el tiempo y un valor a cambio de su dinero y los ejerce, cada vez de forma más crítica, aunque no lo exprese”.
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