Pregunta.- En el pasado congreso de la FEAE se pusieron de manifiesto algunas reivindicaciones de los enólogos españoles ¿Cómo está la profesión actualmente?, ¿cuál es la situación de la enología y del enólogo en España?
Respuesta.- La enología española disfruta de muy buena salud, y los vinos que se elaboran están al máximo nivel, por lo que pienso que la figura del enólogo como tal debería reivindicarse y erigirse, quizá, como el eslabón más importante en todo el proceso vitivinícola. Debe adquirir protagonismo e importancia en la transmisión de la cultura del vino, como generador de corrientes de opinión y como figura que simboliza una parte importante del conocimiento y la experiencia. A veces pienso que debíamos salir un poco más de nuestras bodegas.
P.- Con el Proceso de Bolonia en marcha parece que la licenciatura (o titulación de grado) en enología queda cada vez más lejos. ¿Tan importante es ese título para la profesión?, ¿no bastaría con una especialidad o un postgrado?
R.- Actualmente se están estudiando dos alternativas, por un lado el Grado como tal, iniciado desde el principio, y por otro lado ‘colgado’ de otras carreras, como un Postgrado especifico que aglutinara todo el contenido de la carrera. Consideramos que el hecho diferencial de la enología, en la que hay que tener conocimientos importantes en distintas materias —viticultura, microbiología, química, catas, marketing, legislación…— implica una carrera exclusiva para enología.
P.- Resultan obvias las ventajas de la existencia de un colegio profesional, pero también es cierto que las complicaciones administrativas para crearlo son muy grandes ¿Mantiene la AECM su apuesta por crear un colegio regional, sin esperar a la creación de uno nacional?
R.- Nosotros creemos necesario y fundamental la creación del colegio profesional, precisamente para reafirmar la figura del enólogo y el reconocimiento de su profesión y competencias. Y por supuesto creemos que el camino mas rápido y efectivo es constituir en principio los colegios autonómicos, ya que las competencias al respecto están transferidas y tratamos inexcusablemente con las administraciones autonómicas en materia vitivinícola. Después se creará, como es preceptivo por ley nacional, el Consejo General de Colegios de España.
Parece que la FEAE quiere optar por un colegio español, amparándose en una ley preconstitucional, todavía en vigor, que no ha sido utilizada en los últimos años. Nosotros no estamos de acuerdo y ya hemos empezado los trámites en Castilla La Mancha.
P.- Seguramente, el mayor reconocimiento a la profesión enológica procede del consumidor final y no del interior del sector ¿Cuál debería ser el papel del enólogo en las decisiones estratégicas de una empresa vitivinícola?
R.- Como ya he dicho, los enólogos deben salir de la bodega y participar en labores para las que están capacitados más que ningún profesional. Son quienes conocen mejor el funcionamiento del mercado o la capacidad de una empresa, quienes conocen mejor el producto para darlo a conocer y ayudar a venderlo, quienes pueden enseñar más cosas sobre el vino y transmitir su cultura, quienes pueden orientar mejor a las administraciones sobre las medidas de mejora para el sector… En resumidas cuentas, el enólogo no debe limitarse a hacer el vino sino que también debe implicarse más en otras funciones.
P.- El futuro del vino va a estar condicionado por factores como la nueva OCM o el calentamiento global y el cambio